Elon Musk quiere unirse a la carrera de chatbots con inteligencia artificial (IA) -en la que ya participan, entre otros, Google, con Bard, y OpenIA y Microsoft, con la última versión de ChatGPT, GPT-4- y lanzar su propia empresa, según el Financial Times (FT).

Esta información se ha filtrado a la prensa tan solo unas semanas después de que el multimillonario participara en una carta de tono apocalíptico que pedía que se suspendan durante seis meses los sistemas de IA «más poderosos que GPT-4».

Según fuentes anónimas citadas por el FT, el director ejecutivo de Twitter, SpaceX y Tesla ha tenido conversaciones con varios inversores de las dos últimas compañías para que participen en esta nueva empresa.

Para el nuevo proyecto, Musk habría asegurado miles de procesadores GPU de alta potencia del fabricante Nvidia.

Los chips GPU son necesarios para construir un modelo grande de lenguaje («large language model», abreviado LLM): sistemas de inteligencia artificial capaces de ingerir enormes cantidades de contenido y producir escritura similar a la humana o imágenes realistas, similar a la tecnología que impulsa ChatGPT.

Musk, que también está a la cabeza de Neuralink, un investigador de neurotecnología, y The Boring Company, una empresa emergente de túneles, ya habría empezado a contratar a ingenieros para trabajar en este proyecto, según la prensa especializada.

Hasta ahora, Musk ha contratado a Igor Babuschkin, un exempleado de DeepMind, y aproximadamente a media docena más de ingenieros.

La nueva empresa de inteligencia artificial está separada de sus otras compañías, aunque podría usar el contenido de Twitter como datos para entrenar su modelo de lenguaje y aprovechar los recursos informáticos de Tesla.

La nueva compañía permitiría a Musk enfrentarse directamente a OpenAI, una compañía especializada en IA de la cual formó parte en el pasado.

Musk es cofundador de OpenAI, fue uno de sus primeros inversores y llegó a ser copresidente.

No obstante, en 2018 se convirtió en una sociedad limitada (LP, por sus siglas en inglés) y Musk dejó su directiva.

Tras la popularidad del ChatGPT lanzado por OpenAI el año pasado, Microsoft anunció en enero una inversión «de miles de millones» de dólares en la empresa y ahora el gigante usa su tecnología.

En un adelanto de una entrevista con la cadena Fox que se emitirá la semana que viene, Musk vuelve a mostrar su preocupación sobre el futuro de la IA.

«La IA es más peligrosa que un mal diseño de la producción de aeronaves o una mala producción de automóviles», dijo Musk en el extracto publicado este viernes.»En el sentido de que tiene el potencial, por pequeño que sea, de destrucción de la civilización», añadió. EFE