Al ver la pelota volar lejos hacia el jardín izquierdo, Trea Turner pegó un salto y salió poseído rumbo a la primera base.
Con su equipo perdiendo por dos carreras en su duelo de cuartos de final del Clásico Mundial de béisbol, el torpedero de los Filis de Filadelfia sacudió un portentoso grand slam en el octavo inning que catapultó a Estados Unidos a la victoria 9-7 sobre Venezuela la noche del sábado.
“Individualmente, creo que fue el momento más importante de mi carrera, pero como equipo el objetivo es ganar el Clásico”, dijo Turner.
Los estadounidenses, reinantes campeones del Clásico, se medirán contra Cuba el domingo por una plaza en la final.
El descalabro fue doblemente doloroso para Venezuela, que perdió por lesión al estelar segunda base José Altuve tras recibir un pelotazo en la mano derecha por parte del relevista Daniel Bard en el quinto episodio. Los Astros de Houston, equipo de Altuve en las Grandes Ligas, informaron que el jugador está siendo examinado y ofrecerán información al respecto el domingo tras realizar más exámenes.
Abajo 7-5, Estados Unidos llenó las bases en la alta del octavo mediante un boleto, un sencillo y un pelotazo ante José Quijada. Silvino Bracho entró en relevo y Turner, el noveno al bate de Estados Unidos, le desapareció un cambio en cuenta de 0-2. El batazo de Turner viajó 407 pies hasta las gradas detrás del jardín izquierdo.
“Es frustrante aceptarlo porque los muchachos trabajaron duro y jugaron muy bien para regresar después de irnos abajo en el marcador», dijo el mánager de Venezuela Omar López. «Pero así es el béisbol y desafortunadamente, para nosotros, nos vamos muy decepcionados”.
David Bednar, el quinto lanzador de Estados Unidos se acreditó la victoria. Ryan Pressly sacó los tres últimos outs para el salvamento.
Luis Arráez, jugando en el estadio que dentro de poco será su nueva casa con los Marlins de Miami, sacudió dos por Venezuela.
Estados Unidos, con una alineación cargada de estrellas de las mayores, atacó con tres anotaciones en el mismo primer inning gracias a sencillos remolcadores de Mike Trout, Paul Goldschmidt y Kyle Tucker, pero Venezuela reaccionó en la parte baja con un cuadrangular de dos anotaciones de Luis Arráez.
Mookie Betts aumentó la ventaja para Estados Unidos con un elevado de sacrificio que permitió anotar a Kyle Schwarber en el cuarto capítulo y Tucker conectó un jonrón solitario en el quinto para poner la pizarra por 5-2 a favor de los vigentes campeones.
Sin embargo Venezuela reaccionó con un furioso ataque de cuatro anotaciones en el cierre del quinto inning ante Daniel Bard. Gleyber Torres recibió base por bolas, Andrés Giménez conectó un imparable dentro del cuadro y Altuve fue golpeado para llenar la almohadillas sin outs.
Torres anotó la primera carrera con un lanzamiento descontrolado de Bard, Arráez conectó un difícil rodado por segunda base para empujar otra anotación, Salvador Pérez empató el encuentro con un sencillo remolcador y Ronald Acuña Jr. le dio ventaja 6-5 Venezuela, con un profundo elevado de sacrificio por el jardín central.
Venezuela parecía encaminarse a la victoria cuando Arráez conectó su segundo cuadrangular del juego en el séptimo episodio, pero Estados Unidos definió el encuentro en el octavo.
Tim Anderson negoció base por bolas, Pete Alonso siguió con un sencillo y J.T. Realmuto recibió un pelotazo para llenar las almohadillas y dejar listo el escenario para el jonrón con las bases llenas de Turner que definió el encuentro.
“Tuve la fortuna de conectar un cambio de velocidad que se quedó en el centro», dijo Turner. “Mi objetivo era simplemente conectar la pelota”.
Bednar permitió una carrera en su relevo de una entrada. Quijada cargó con la derrota al ser acreditado con tres anotaciones y sacar apenas un out en su relevo.
Estados Unidos enfrentará a Cuba en busca de avanzar la final, en su intento por emular a Japón como los únicos equipos en ganar dos Clásicos Mundiales de manera consecutiva. La segunda semifinal se disputará el lunes entre México y Japón.
“Son jugadores muy buenos, ellos están llenos de estrellas de Grandes Ligas y además viven el juego muy intensamente, salen de la caseta para celebrar cada carrera», destacó Mark DeRosa, el piloto de Estados Unidos. «Fue un juego muy especial, con jugadores de muy alto nivel”