Claudio Fermín, presidente de Soluciones de Venezuela, señala que la crisis que se vive en Venezuela obedece a varias causas, entre ellas: un Estado hipertrofiado que atomiza el presupuesto nacional dando migajas a cada una de centenares de empresas y dependencias oficiales, que a duras penas tienen para pagar nóminas y mucho menos para cumplir las tareas que les fueron encargadas.

El centralismo heredado del Estado militar surgido a raíz del proceso independentista, agravado por el personalismo de largas dictaduras militares; la conflictividad política que hace treinta años se expresó en golpes de Estado y ha continuado con conspiraciones, persecuciones a opositores y confrontación extrema; políticas estatistas e intervencionistas que ahuyentaron inversiones, lapidaron la actividad industrial y fomentaron la inseguridad con expropiaciones antojadizas de haciendas, galpones industriales e inmuebles y con el cese arbitrario y unilateral de concesiones y contratos con inversionistas extranjeros, a lo que estos respondieron con conspiraciones y sanciones económicas; un criminal bloqueo económico que impide la venta de nuestro petróleo y pone un tapón a los recursos que el país necesita para atender sus necesidades, problemas y proyectos.

«Cuando hablamos de cambio nos referimos a atacar esas causas, ir a la raíz de nuestros problemas. Hay que acabar con la dispersión del Estado que gasta en todo y nada deja a los ciudadanos. Necesario es concentrar inversiones y esfuerzos en servicios de salud de calidad, con materno-infantiles en todos los municipios y servicios de pediatría y geriatría en todas las parroquias. Con atención odontológica y oftalmológica en todas las instalaciones de educación primaria y secundaria. Con hospitales y dispensarios bien dotados en los que el paciente reciba atención sin que tenga que llevar, como ocurre hoy, desde la inyectadora hasta el “kit” para el parto. En los hospitales no hay nada. El cambio es sueldos dignos para enfermeras y médicos. Que no tengan que buscar en otros países lo que estamos obligados a darles aquí en el nuestro. Cambio es educadores bien pagados y programas permanentes de actualización docente y mejoramiento profesional. Cambio significa estudiantes recibiendo clases en locales con infraestructura adecuada para brindar educación de calidad, con comedores escolares e instalaciones deportivas”enfatizó.

A su juicio Fermín explicó que el cambio significa reestructurar el Estado. Asimismo argumentó que las empresas del Estado no producen ni bienes ni ganancias. No hacen sino absorber el presupuesto público que debería dirigirse a salud, educación, infraestructura, protección ambiental, seguridad de los ciudadanos y sus bienes, justicia pronta e imparcial y protección social. Son una carga de la que sólo saca provecho el clientelismo y la corrupción. En los millones de dólares que hoy se tragan esas empresas está el dinero que debería ir al aumento de sueldos de los maestros y a la dotación de los hospitales.

El dirigente político exhortó a iniciar un compromiso de cambio con la recuperación de la infraestructura nacional.“Los embalses del país están llenos, pero los acueductos son un desastre. No hay mantenimiento de los existentes ni construcción de los muchos otros necesarios. No se presta atención a plantas de tratamiento ni a estaciones de bombeo. No hay mantenimiento de pozos. Las cuadrillas para atender averías son escasas. El gas es la misma historia. Un país al que debería llegar gas directo a todos los hogares tiene que esperar semanas y meses la llegada de las bombonas. Las redes de alumbrado están lejos de extenderse al mismo ritmo de la proliferación de centros poblados, barrios y caseríos. Apagones por doquier. Un país a oscuras. Las vías de penetración tupidas. La vialidad rural está olvidada por los planes del Estado”sentenció.

Fermín, insistió que el cambio es compromiso con el saneamiento ambiental, con la diaria recolección de los desechos, con la limpieza de ríos, quebradas y lagunas. Es acabar con las aguas negras que corren por las calles de pueblos y barriadas populares. Es proteger las reservas forestales y fuentes de agua. Del mismo modo, argumentó que el cambio es garantizar un sistema de seguridad social en el que no sea un riesgo la ancianidad o una enfermedad cualquiera. Cambio es seguridad para las personas y para los bienes. Cambio es apoyo a la investigación científica y tecnológica para producir alimentos para toda nuestra población y medicinas e insumos médicos para dotar los centros de salud.

Fermín expresó que los venezolanos necesitan de ese cambio que los conlleve al entendimiento y reconciliación, no persecución política ni la venganza de quienes por haber sido perseguidos aspiran convertirse en perseguidores.

“Cambio es ejercicio cabal de la soberanía, es poner de bandera el interés nacional, no entregar la suerte y recursos de Venezuela a potencias extranjeras. El bloqueo económico es retroceso, agresión y humillación. Es el núcleo de lo que hay que cambiar”.

Finalmente resaltó “Urge un cambio profundo en la conducción del Estado. Un cambio para aumentar la producción nacional, mejorar los ingresos de las familias y acabar con el hambre. No un “quítate tú pa ponerme yo”. No queremos más conflictos sino un cambio de verdad. Un cambio que garantice la paz entre los venezolanos. Cambio para bien es lo que Venezuela necesita”.