Entre las causas de la desaceleración económica, el Banco Mundial enumera la inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y el conflicto en Ucrania.
«Dada la frágil situación económica, cualquier nuevo acontecimiento adverso (como una inflación más alta de la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de Covid‑19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas) podría empujar a la economía mundial a la recesión», reza un comunicado del organismo publicado esta semana. En este contexto, el Banco Mundial destacó que sería «la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década».
En cuanto al pronóstico para el 2024, el Banco estima que la economía mundial crecerá un 2,7 %. «Para fines de 2024, los niveles del producto interno bruto (PIB) en las economías emergentes y en desarrollo serán aproximadamente un 6 % inferiores a los niveles previstos antes de la pandemia», destacó la entidad en el comunicado.
Por su parte, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, declaró a principios de enero que 2023 va a ser peor que 2022 para la mayor parte de la economía mundial. «¿Por qué? Porque las tres grandes economías, Estados Unidos, la UE y China, se están frenando al mismo tiempo», explicó Georgieva.
Además, «el panorama es más grave» en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, afirmó.