Una comisión de avanzada de Venezuela llegó a Brasilia el sábado 31 de diciembre para preparar el viaje del dictador Nicolás Maduro a la ceremonia de investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva este domingo 1 de enero. Según pudo confirmar Folha de Sao Paulo, el comité está encargado de organizar los preparativos del desplazamiento y las cuestiones de seguridad antes de la llegada del chavista.
Hasta hace pocas horas el viaje del dictador a tierras brasileñas era imposible porque desde 2019 el gobierno de Bolsonaro mantenía vigente un decreto que prohibía la entrada al país de él y de un centenar de ciudadanos venezolanos vinculados al régimen represor chavista. Sin embargo ayer, el gobierno saliente levantó el veto.
Con la vuelta de Lula al Palacio del Planalto, la relación de Brasil con Venezuela cambiará de manera drástica, ya que se dejará de reconocer como jefe del Estado venezolano al opositor Juan Guaidó y a la embajadora que este designó, Maria Teresa Belandria, partícipe en la campaña de Bolsonaro y que ya abandonó el país por decisión tras el resultado de las elecciones.
De hecho, días atrás el futuro canciller, Mauro Vieira, anunció que reabrirá su embajada en Caracas tras la investidura. “El presidente (electo) me instruyó para que restableciéramos las relaciones con Venezuela y lo haremos a partir del 1° de enero”, dijo Vieira a periodistas en Brasilia,días atrás.
Según detalló, Brasil enviará “un encargado de negocios” para retomar las actividades y “reabrir la embajada’’. Posteriormente nombraremos a un embajador ante el gobierno” de Maduro, añadió .
Muchos invitados
La vuelta de Lula al poder contará con la mayor representación extranjera vista hasta hoy en una investidura en Brasil, único país en el que los mandatarios asumen en una fecha tan incómoda como el 1 de enero.
Serán en total delegaciones de medio centenar de países que incluyen a veinte jefes de Estado y de Gobierno, encabezados por el rey de España y los líderes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, así como los presidentes de Alemania y Portugal.
En el caso de Uruguay, y en lo que muchos consideraron en Brasil un “ejemplo de democracia”, el presidente conservador Luis Lacalle Pou viajará a Brasilia junto con sus antecesores José ‘Pepe’ Mujica y Julio María Sanguinetti.
La enorme mayoría de las delegaciones extranjeras llegará a la capital brasileña durante la mañana del domingo, y un número aún no confirmado de mandatarios permanecerá hasta el lunes, cuando Lula les recibirá en audiencias separadas en el que será su primer día efectivo de Gobierno.