La sola presencia de Cristiano Ronaldo siempre generó amores y odios en cada paso que dio a lo largo de su carrera. Después de ser expulsado del Manchester United por unos polémicos comentarios en una entrevista que brindó en Inglaterra, algunas imágenes con la delegación de Portugal en Qatar 2022 dejaron dudas respecto a la tolerancia de algunos compañeros para con él. El primer obligado en salir a aclarar la situación fue Bruno Fernandes, luego de que se viralizara un frío saludo dentro del vestuario. Algunos medios de su país aseguran que la relación de CR7 con varios integrantes del contingente luso no es del todo saludable y que varios le soltaron la mano. Y para peores su entrenador lo mandó al banco de suplentes por los octavos de final ante Suiza, su reemplazante, Gonçalo Ramos, convirtió un hattrick y a Cristiano le anularon un gol.

 

El estadio de Lusail lució repleto a pesar de la ausencia de la estrella a la que todos esperaban. Hubo literalmente miles de fanáticos con la camiseta con el dorsal 7 y el apellido de Ronaldo maldiciendo por no verlo en el rectángulo verde. Con el resultado puesto, el DT Fernando Santos acertó: el sustituto de Cristiano fue pieza clave para abrir el juego y se despachó con un triplete que encaminó el pase a la siguiente ronda, donde espera Marruecos (que sorprendió en primer turno a España, al que derrotó en tanda de penales).

No existieron las equivalencias en el juego y en cada uno de los goles, la ahora ex figura del United gritó fuerte el primero de los goles, se limitó a aplaudir el resto de los tantos de cada uno de sus compañeros y chocó palmas con Rafael Leao en el último, cuando ya estaba en cancha. Sabiendo que todos los flashes lo apuntarían a él sentado entre los relevos, mostró un semblante serio y nunca se terminó de relajar.

Todavía no es concreto qué será de su futuro, pero muchos rumores indican que Al-Nassr tiene un preacuerdo firmado a cambio de una montaña de dinero para que arme sus valijas y milite en el fútbol de Arabia Saudita. Fue por eso que un aficionado se animó a mostrar un cartel que decía “CR7 welcome to Al Naseer” (“CR7 bienvenido a Al-Nassr”). Mientras calentaba, vio la pancarta de reojo y no realizó muecas.

Pepe, quien portó la cinta de capitán esta noche, tuvo un noble gesto y se acercó hasta el límite del terreno de juego para colocarle el brazalete al número 7. Recién al minuto 72 entró a la cancha en reemplazo de Joao Félix, cuando desde hacía un rato el público estaba coreando su apellido y había calentado en dos períodos con su grupo de suplentes (los precalentamientos se hacen ahora en tandas de 5 futbolistas como máximo). Aunque la historia estaba sentenciada (el marcador parcial era de 4-1), la cancha se vino abajo y una inmensa cantidad de luces de celulares se encendieron para registrar ese momento.

Probablemente fastidiado por la suplencia, pero fundamentalmente por haber ingresado con el duelo liquidado y sin chances de poder trascender demasiado en el mismo, jugó con displicencia en los primeros minutos y hasta pareció no querer correr y exigirse en un balón largo en el que pudo quedar mano a mano con el último defensor suizo. Para colmo, al rato le invalidaron un tanto por posición adelantada, en una acción en la que casi no se inmutó.

Concluida la inesperada derrota contra Corea del Sur por la última fecha de la fase de grupos que igualmente no privó a Portugal de mantener el primer puesto de la zona, el técnico Fernando Santos se refirió a una situación que se dio tras sacar de la cancha a Ronaldo: “En el campo no escuché nada, estaba muy lejos y solo escuché que discutía con el jugador de Corea. ¿Si he visto luego las imágenes? Sí. ¿Si me ha gustado? Nada. Realmente no me gustó nada. Pero a partir de ahí, esto lo resolveremos en el vestuario. Y punto final”. CR7, que salió con cara de pocos amigos frente a los surcoreanos, dijo al respecto: “Lo que pasó fue que un jugador coreano me dijo que me fuera rápido. Le dije que se callara. No tiene esa autoridad. No tiene por qué haber controversia. Es el calor del juego. Pase lo que pase, las cosas siempre quedan en la cancha”.

En las tribunas se agitaron miles de banderitas de Portugal tras el pitazo final. Y es que esta generación lusitana genera mucha expectativa en la fase final de la Copa del Mundo. Acaba de cumplir el objetivo de instalarse en el cuadro de los mejores ocho del certamen, algo que no conseguía desde Alemania 2006 (terminó cuarto tras ser eliminado en semifinales por Francia y perder el partido por el tercer puesto con el anfitrión), paradójicamente la primera cita mundialista de Cristiano. Pero la foto final dejó algo en claro: el vestuario de los portugueses está quebrado.

A los saludos protocolares entre futbolistas de ambos países, le prosiguieron abrazos, choque de puños y palmas de los portugueses, extasiados por el histórico y holgado triunfo de 6-1 a favor. Cristiano no perdió el tiempo y se cortó solo: caminó hacia el sector donde estaba el grueso -y más ruidoso- de fanáticos de su selección y los saludó, con ademanes de respeto por el apoyo que había recibido aunque no hubiera sido de la partida. Cuando Pepe se dio cuenta de que Ronaldo había iniciado el saludo final al público, fue a su búsqueda con otro compañero. Cristiano ya había encarado nuevamente en solitario hacia el vestuario.

La imagen captada por la cámara de Infobae da muestras de lo ocurrido sobre el final. Por un lado, el plantel de Portugal festejando la clasificación a cuartos de final de la Copa del Mundo; por otro, la caminata solitaria de un Cristiano Ronaldo que no pudo saborear el gusto de celebrar su ingreso al Top 5 de jugadores con mayor cantidad de presencias en Mundiales (empardó a Diego Maradona con 21 y quedó detrás de los alemanes Lothar Matthaus -25- y Miroslav Klose -24-, el italiano Paolo Maldini y el argentino Lionel Messi -23-.

La gran incógnita que surgirá antes del partido del próximo sábado 10 de diciembre en Al Thumama, donde Portugal partirá como favorito ante Marruecos, es: ¿volverá a ser titular Cristiano Ronaldo? La respuesta solamente puede darla Fernando Santos, quien en conferencia aclaró: “No hay problemas con nuestro capitán. Somos amigos desde hace años. Hablamos antes del partido y dijo no tener ningún tema con mi decisión. Es un ejemplo”.