Más de dos millones de migrantes fueron detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México en el último año, una cifra récord que preocupa políticamente a la administración de Biden.

Según las nuevas cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), la cifra de 2,15 millones de detenciones representa un aumento del 24 % con respecto al año anterior.

Las estadísticas muestran que el número de migrantes de Venezuela, Nicaragua y Cuba aumentó dramáticamente, mientras que el número de aquellos provenientes de México y el Triángulo Norte de América Central -El Salvador, Guatemala y Honduras-, disminuyó.

En un comunicado, el comisionado de la CBP, Chris Magnus, dijo que los «regímenes comunistas fallidos» estaban «impulsando una nueva ola de migración» en la frontera.

Los expertos señalan otras razones que pueden explicar el aumento, incluida una gran cantidad de cruces repetidos y problemas económicos persistentes relacionados con la pandemia en América Latina.

El creciente número de inmigrantes en la frontera representa un tema polémico para la política estadounidense, justo antes de las elecciones de mitad de período que se llevarán a cabo en noviembre.

La oposición ha criticado al presidente Joe Biden y a otros demócratas por el aumento, al mismo tiempo que se ha generado una creciente tensión entre la Casa Blanca y algunos gobiernos estatales republicanos, por la forma cómo los migrantes están siendo transportados en autobús o en avión a áreas dirigidas por los demócratas, como Nueva York y Washington D.C.

¿Por qué se alcanzó una cifra récord?

La cantidad de migrantes que llegan a la frontera aumentó drásticamente después de que Biden asumió el cargo a finales de enero de 2021.

Los expertos señalan una serie de razones para el aumento, incluidos los desastres ambientales y los problemas económicos en El Salvador, Honduras y Guatemala. En otros casos -como Cuba, Nicaragua y Venezuela- los problemas económicos se han visto agravados por la represión política.

«Hay un nivel de desesperación que no habíamos visto antes», dijo Adam Isacson, experto en migración y fronteras de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos. «Y hay personas que vienen de países que no habían enviado inmigrantes en cantidades significativas en el pasado, debido en gran parte a la falta de oportunidades económicas. Los contrabandistas se aprovechan de eso».

Muchos de los migrantes ahora buscan asilo, un proceso que fue severamente restringido por la administración de Donald Trump.

¿De dónde son los migrantes?

Los migrantes de México y los países del Triángulo Norte de América Central continúan representando la mayor parte del total, y solo los mexicanos representan alrededor de 744.000 de las detenciones durante el último año.

Sin embargo, las cifras de agosto de la CBP evidencian cambios en los patrones de migración. El número de mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños cayó un 43% con respecto a agosto de 2021. Los números de cubanos, nicaragüenses y venezolanos, en cambio, han subido un 175% en el mismo período.

En conjunto, estas tres nacionalidades representan alrededor de 494.000 detenciones de migrantes este año.

Ariel Ruiz, un experto en políticas del Instituto de Políticas Migratorias con sede en Washington D.C, señaló que los vínculos entre estos países también contribuyen a los aumentos.

Cuba, por ejemplo, ha perdido gran parte de la ayuda que recibía de Venezuela antes de la pandemia, lo cual ha aumentado sus dificultades económicas.

Mientras que la decisión de Nicaragua, el año pasado, de eliminar los requisitos de visa para los cubanos significa que ahora tienen un punto de partida para comenzar su viaje desde América Central a EE.UU.

La falta de relaciones diplomáticas entre EE.UU. y estas naciones significa que no pueden ser repatriados a sus países de origen.

Biden, por su parte, ha dicho que enviar migrantes de regreso a Cuba, Venezuela o Nicaragua «no es racional» y que está trabajando con México y otros países para «detener el flujo».

Los desastres ambientales y los problemas económicos son algunas de las razones detrás del aumento.

La política de Trump que sigue vigente

Desde que asumió el cargo, Biden ha mantenido una controvertida política de la era Trump que permite a los funcionarios expulsar automáticamente a los indocumentados que buscan ingresar al país, sin aplicar las leyes y protecciones con las que cuentan normalmente los migrantes.

La política, conocida como Título 42, originalmente tenía como objetivo prevenir la propagación de la covid-19 en las instalaciones de detención de migrantes.

El lunes, la CBP dijo que «la gran cantidad de expulsiones durante la pandemia ha contribuido a que una mayor cantidad de migrantes realice múltiples intentos de cruzar la frontera».

Isacson dijo que la política conduce a «distorsiones» estadísticas.

Migrantes en Washington D.C. el 30 de julio después de llegar en autobús desde Texas.

Un dolor de cabeza para Biden

Las crecientes cifras de inmigrantes representan un problema político creciente para la administración Biden, particularmente con las elecciones de mitad de período que se avecinan.

Tres estados controlados por republicanos (Texas, Arizona y Florida) han anunciado iniciativas para trasladar a los inmigrantes a estados liderados por demócratas, a veces dejándolos en lugares de alto perfil como la lujosa isla de Martha’s Vineyard en Massachusetts, o cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris en Washington.

Los funcionarios de estos estados han argumentado que la táctica tiene como objetivo mitigar el impacto de los flujos migratorios en las comunidades locales.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, por ejemplo, quien a principios de septiembre comenzó a llevar inmigrantes a Massachusetts, dijo que «en el momento en que incluso una pequeña fracción de lo que esos pueblos fronterizos enfrentan todos los días llega a su puerta principal, ellos [los demócratas] tienen un repentino enloquecimiento».

Es probable que el tema de los migrantes en la frontera tenga un impacto en las urnas. Una encuesta reciente de la radio pública estadounidense NPR, por ejemplo, encontró que la inmigración era un tema electoral prioritario, después de la inflación, para el 20% de los votantes republicanos, en comparación con el 1% de los demócratas.